martes, 28 de junio de 2016

MEDIA NARANJA

Robert sufre una extraña afección desde que tiene uso de razón. Ésta ha condicionado su manera de relacionarse y por consiguiente toda su existencia. Robert es un caso rarísimo, exótico, casi único en la historia. Y es que cuando Robert habla todo el mundo le presta atención.

A diferencia de lo que ocurre con el resto de los mortales, las palabras de Robert generan un extraño magnetismo a su alrededor que hace que el mundo se detenga. A Robert nunca nadie le ha ignorado. Desde pequeño todo el que ha tenido delante le ha escuchado atentamente. De este modo, Robert siempre ha tenido que medir muy bien su discurso, pues éste ha podido ejercer una gran influencia en sus interlocutores.

A lo largo de su vida Robert ha buscado una causa, una explicación o un origen a su peculiar trauma. Ha visitado médicos, psiquiatras, logopedas, curanderos, videntes,... Nadie ha encontrado una respuesta satisfactoria. Y eso que todos le escucharon con mucha atención y se interesaron por él. Con el tiempo Robert se ha dado por vencido y lejos de mostrar sus cualidades en público, se ha ido marginando y evitando cualquier tipo de contacto humano, exceptuando las visitas a Tom, su psiquiatra. Robert no abre la boca a no ser que sea estrictamente necesario. Hace años que no muestra interés por nadie.
Úrsula sufre una rara sintomatología: pasa desapercibida por allá donde va. Cuando era una niña su madre se olvidaba constantemente de ella. Y eso que era hija única. Era un fenómeno muy extraño, algo químico. No es que a veces no le prestaran atención, sino que era como si no existiera. En la escuela los profesores se pintaban cruces en la mano para no dejarla de lado. Pero luego no recordaban porqué las habían pintado y ella siempre acababa marginada. Un año después de salir del colegio ya nadie la recordaba. En el imaginario colectivo de anécdotas Úrsula nunca aparecía en ninguna de ellas.
Úrsula trató de investigar su dolencia, pero ningún especialista quiso hacerse cargo. Pensaron que carecía de importancia y de interés. De hecho, su afección no ha sido diagnosticada, puesto que a los que la han sufrido los han acabado ignorando. Pero con el tiempo, Úrsula también supo sacar partido de su característica. Que el mundo la ignorara y nadie la recordara también tenía su parte positiva. Su ficha policial, por un motivo u otro siempre acababa extraviada. Úrsula no se relaciona con nadie, a excepción de su psiquiatra Tom; prefiere pasar inadvertida voluntariamente a que todos la ignoren.
Una tarde Úrsula estaba sentada en la sala de espera de la consulta del psiquiatra Tom. Había cogido hora a través de internet. Llevaba más de tres horas esperando y en el fondo sospechaba que ya no la llamarían. Pero prefería no preguntar... De pronto, Robert, que también tenía hora concertada para esa tarde, entró en la sala de espera. Pensó en no decir nada, por miedo al impacto de sus palabras, pero soltó un escueto “buenas tardes”. La media docena de personas que aguardaban en la sala fijaron su vista en él y contestaron al unísono con otro “buenas tardes”. Seguidamente esperaron ansiosos que Robert prosiguiera hablando. Todos, excepto Úrsula, que le ignoró por completo. Robert nunca había sentido algo parecido, fue un momento mágico. Nunca antes nadie le había ignorado. Como siguiendo los caprichos del destino, Robert se sentó junto a Úrsula y le dio conversación. Para Úrsula fue un instante increíble. Era la primera vez que alguien le daba conversación y se interesaba por ella. Robert le explicó su dolencia y Úrsula le comprendió en seguida, así que no mostró por ella un interés especial. Ni tampoco por Robert. Esa actitud era precisamente lo que él necesitaba. En cambio Robert, al escuchar la afección de Úrsula, decidió mostrar un interés infinito. Salieron enamorados de la sala del psiquiatra Tom, que aquella tarde perdió dos clientes para siempre.

Hasta el día de hoy Úrsula y Robert siguen juntos. Ella vive sin demostrar ningún interés por él, a pesar de que sus palabras la tienen completamente hechizada. Y Robert ha olvidado muchas de sus vivencias con Úrsula, que ha dejado de interesarle por completo. A pesar de ello sigue mostrando por ella toda su atención.

2 comentarios:

  1. Lo de la media naranja es una manera de decir que hemos encontrado o buscamos a esa persona que nos complemente y nos haga sentir completos. Que nos aporte todo lo necesario para sentirnos felices.  Pero ...
    “ Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja y que la vida sólo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad
    No nos contaron que ya nacemos enteros que nadie en nuestra vida merece cargar en las espaldas la responsabilidad de completar lo que nos falta “
    La reflexión no es mía, es atribuida a John Lennon.

    Un relato muy bien construido y estructurado en torno a ese sencillo tema. Saludos cariñosos , Daniel


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  2. Durante casi toda mi vida he pensado que tenía ese "don" de pasar desapercebida...siempre rodeada de gente, siempre solitaria...Pero ahora sé que soy yo la que le he ignorado a lo que me rodeaba, es como mirar sin ver, o sin ser visto...Es relativamente cómodo estar en ese "espacio".¡Bonito relato!

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