Hoy hace
dos meses que estamos juntos. Desde que llegaste no nos hemos separado ni un
minuto. Quisiera expresarte lo que siento por ti.
Yo antes
creía que podía valerme por mi misma, que no necesitaba a nadie, ni mucho menos
a alguien como tú. Algunas compañeras ya se habían encargado de advertírmelo,
pero yo todavía desconfiaba. Es evidente que estaba equivocada: la unión hace
la fuerza. Si bien es cierto que al principio provocaba cierto magnetismo a mi
alrededor, éste se fue disipando paulatinamente. Tal vez fue el paso del
tiempo, la costumbre, o quizás el deterioro físico. ¿Quién sabe cómo piensan
las personas? Los meses anteriores a tu llegada fueron los peores de mi
existencia. Estaba como un alma en pena, ignorada y marginada por todo el que
pasaba frente a mí. Pensé que nadie me entendía.
Cuando
llegaste desconfié un poco. Tus ademanes agresivos y esa fama que te
acompaña me hacían dudar. Aquel día brillabas con luz propia y era imposible
que pasaras inadvertido. Yo me di cuenta en seguida de tu poderío y poco a poco
comencé a valorarte como te mereces. Desde ese momento has cambiado mi vida
para siempre. Gracias.
Ahora me
siento capaz, útil, comprendida... Tengo la confianza por las nubes y todo ello
te lo debo a ti. Ya sé que la gente nos critica, aunque también hay quien nos
defiende. Desconozco por cuanto tiempo podremos estar juntos, ojalá sea para
siempre. Sé que no depende de mí, tampoco de ti..., pero ese es mi deseo.
Contigo al
lado todo el mundo me respeta y ya nadie me toma a la ligera. A fin de cuentas
tampoco es mucho pedir que no superen los ochenta por hora cuando me vean. Pero
está claro que si tú no estuvieras aquí con la cámara preparada, seguirían
corriendo como locos.
Siempre que empiezo un relato tuyo intento imaginar sólo leyendo el título de qué irá el texto.
ResponderEliminarESTOPA, nombre de dúo de cantantes nacidos en Cornellà y que me gustan bastante.
No sé, no sé eso del dúo musical... Leo, leo y disfruto del texto tratando de adivinar cómo será el final que no descubro hasta el último párrafo. Como siempre la esencia está en los detalles ("no superen los ochenta por hora cuando me vean").
Y descubro el dúo, una señal de tráfico acompañada de un radar ¡¡¡ GENIAL, GENIAL, GENIAL !!!
Sigo pensando en "estopa" y recuerdo a mi padre que a veces decía: "Dale estopa, dale estopa", en lugar de dale marcha o dale caña. Daniel Escriche, espero impaciente el próximo relato